Once bebés recién nacidos murieron en un incendio en la unidad de neonatología de un hospital senegalés, según dijo el presidente del país, Macky Sall.
Apenas tres bebés pudieron salvarse. “A sus madres y familias les expresó mis más profundas condolencias”, tuiteó Sall el miércoles por la noche.
La tragedia en el hospital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane se atribuyó a un cortocircuito, indicó el alcalde, Demba Diop.
La localidad se encuentra 120 kilómetros (75 millas) al nordeste de la capital, Dakar. El fuego ocurrió un año después de que otros cuatro recién nacidos murieran en un incendio en un hospital de Linguere, en el norte de Senegal.
Otras muertes han aumentado la preocupación por la salud maternoinfantil en la nación de África Occidental, conocida por tener algunos de los mejores hospitales de la región. Las autoridades descubrieron este mes que un bebé que había sido declarado muerto por una auxiliar de enfermería seguía vivo en la morgue.
El bebé murió más tarde. El año pasado, una mujer murió en Louga, en el norte del país, tras esperar en vano a que se le hiciera una cesárea.
Tres comadronas recibieron condenas en suspenso de seis meses de prisión por no ayudar a una persona en peligro.
El ministro de Salud, Abdoulaye Diouf Sarr, que asistía a la Asamblea Mundial de Salud en Ginebra, adelantó su regreso a Senegal.