Tras determinar que en general, hay las condiciones para un regreso seguro a clases presenciales, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron una serie de guías para asegurar que se establezcan protocolos adecuados que eviten la propagación del COVID-19 en las comunidades escolares.  Aunque aclararon que esto no significa un mandato para reapertura y que se debe tomar en cuenta las condiciones particulares de cada comunidad.

A continuación las recomendaciones de la agencia:

  • El personal de enfermería de la escuela, la facultad y empleados, deben elaborar sus planes de operaciones de emergencia (EOP, por sus siglas en inglés), en coordinación con padres, líderes de centros estudiantiles y otras partes interesadas de la comunidad.
  • Se recomiendadesarrollar un protocolo para monitorear los datos del COVID-19 a nivel local en cada comunidad para hacer un seguimiento del nivel de transmisión.
  • Crear y probar los sistemas para compartir información, como protocolos de mensajes de texto o correos electrónicos de la escuela para los padres, así como realizar reuniones virtuales periódicas con padres/maestros con la escuela.
  • Con el asesoramiento de los funcionarios locales, establecer criterios claros para determinar cuándo la escuela suspenderá las clases presenciales para detener o desacelerar la propagación del COVID-19, así como criterios claros para determinar cuándo reanudar el aprendizaje presencial.
  • Elaborar políticas que alienten a los empleados y estudiantes enfermos a quedarse en casa sin temor a sufrir represalias, y garantice que los empleados, los estudiantes y las familias de los estudiantes estén al tanto de estas políticas.
  • Si es posible, considerar no evaluar a las escuelas con base en el ausentismo y ofrecer opciones de aprendizaje virtual y teletrabajo.
  • Enseñar y reforzar el lavado de manos con agua y jabón por al menos 20 segundos y aumentar el monitoreo para garantizar su cumplimiento por parte de los estudiantes y miembros del personal.
  • Si no dispone de agua y jabón, se debería usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol (para el personal y los niños más grandes que pueden usarlo de manera segura).
  • Enseñar e imponer el uso correcto y consistente de mascarillas.
  • Ofrecer alternativas de protección facial para estudiantes sordos o con dificultad auditiva.
  • Garantizar que haya lavabos accesibles y suministros suficientes para que las personas se laven las manos y se cubran al toser y estornudar.
  • Considerar mejorar o actualizar el sistema de ventilación y tomar otras medidas para aumentar la circulación de aire puro y reducir posibles contaminantes en la escuela.
  • Se debe instar a los padres y cuidadores a que monitoreen a sus hijos para detectar signos de enfermedad infecciosa, incluido el COVID-19, todos los días.
  • Los estudiantes con síntomas de cualquier enfermedad infecciosa o síntomas que concuerdan con los de COVID-19 no deben asistir a la escuela.
  • Elaborar políticas para volver a la escuela después de haberse recuperado del COVID-19.