SAN JUAN – El Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) anunció la disponibilidad, para el público en general, de la versión experimental del sistema de alerta temprana, sobre la ocurrencia de eventos del polvo del Sahara en Puerto Rico. El mismo permitirá obtener información, sobre la calidad del aire en la isla a partir del impacto ocasionado por los componentes de este material particulado.

 

“Todo lo que inhalamos afecta nuestro sistema respiratorio, y exponernos a altas densidades del polvo, proveniente del desierto del Sahara, puede repercutir adversamente en nuestra salud respiratoria y el bienestar integral. Es importante que la población esté atenta a la presencia en la isla de densas nubes, cargada de este polvo, y que tomen medidas preventivas para evitar, en la medida posible, que afecte su salud. Les exhorto a hacer uso de la importante información que les provee este nuevo sistema de alerta, sobre los eventos de estas partículas en la atmósfera”, expresó la rectora del RCM, Dra. Ilka Ríos Reyes.

 

El proyecto estuvo a cargo de un equipo de investigadores, liderado por el Dr. Pablo A. Méndez-Lázaro, catedrático asociado del Departamento de Salud Ambiental del RCM de la UPR. Integran el grupo de investigadores, además, la Dra. Ana P. Ortiz Martínez, Dra. Cynthia M. Pérez Cardona, Dr. Aluisio C. Pimenta de Oliveira, Dra. Olga L. Mayol Bracero y el Dr. Frank Muller Karger.

 

“Nos sentimos muy satisfecho con este importante logro. Este sistema nos permitirá presentar a los usuarios, por primera vez, los eventos de polvo del Sahara y el posible deterioro en la calidad del aire de Puerto Rico, de forma simple y casi en tiempo real”, expresó el doctor Méndez Lázaro.

 

El polvo del Sahara provee nutrientes a ecosistemas terrestres y marino-costeros. Sin embargo, en altas concentraciones, este aerosol también podría afectar la salud respiratoria de personas sensitivas. El polvo del Sahara está asociado con problemas respiratorios, irritación de los ojos, la boca y la nariz.

 

Más de 20 millones de toneladas de polvo mineral de África son transportadas al Caribe cada año por los vientos alisios y se depositan en una amplia franja, que se extiende desde Brasil hasta el sureste de los Estados Unidos. El equipo de investigación ha trabajado por casi 4 años en caracterizar el patrón de distribución y la variabilidad del polvo, usando observaciones sinópticas de la tierra desde satélites y estaciones terrestres, y en cuantificar el impacto en las enfermedades respiratorias, usando los registros médicos. El objetivo ha sido desarrollar una capacidad de pronóstico de condiciones peligrosas para las poblaciones sensitivas y vulnerables.

 

Esta herramienta, de uso público, utiliza datos satelitales de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) e información de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), que permiten al usuario conocer los parámetros de la condición del aire, como el índice de Calidad de Aire (AQI), aerosoles y el pronóstico para 4 regiones de Puerto Rico.

 

La versión beta de este sistema está disponible a través de la página cibernética ]’ (https://aerosoles.caricoos.org/) para el uso del público en general. El desarrollo de la misma ha contado con la colaboración de la academia, agencias federales, estatales y privadas, como el Servicio Nacional de Meteorología (NWS-NOAA), el Departamento de Salud de Puerto Rico (DS), la Universidad de Puerto Rico (UPR), el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico (UPR-CCC), el Hospital Municipal de San Juan, el Sistema de Observación del Océano Costero del Caribe (CARICOOS-UPR-RUM), y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (U.S.HUD). Esta herramienta ha sido subvencionada por la NASA.

 

El proyecto ha permitido la participación de varios estudiantes graduados del Departamento de Salud Ambiental (UPR-RCM), en especial los estudiantes doctorales Edgar Pérez Matías y Maite Morales Medina, quienes han tenido la oportunidad de presentar el trabajo en varios foros científicos internacionales.

 

Médicos, profesionales de la salud y pacientes también han contribuido al desarrollo de esta herramienta. Este sistema se encuentra en la fase final de prueba y el público podrá someter sus comentarios a través de la plataforma.